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En un partido de kin-ball participan 3 equipos de 8 jugadores, en un campo cuadrado de 20x20m. De estos 8 jugadores sólo 4 están en pista simultáneamente, pudiéndose realizar cambios ilimitados entre ellos. Los equipos deben ser mixtos (excepto en competición internacional oficial) y se distinguen en el campo con petos de tres colores: rosa, gris y negro; siendo un color para cada equipo.

 

El juego se basa en una estrategia de saque y recepción que va involucrando a los tres equipos. El balón (1,22m de diámetro y menos de 1 kg) se pone en juego por uno de los equipos, mediante un saque especial en el que intervienen obligatoriamente siempre los cuatro jugadores.

 

El objetivo del equipo que realiza el saque (atacante) es lanzar el balón, intentando dificultar al máximo la recepción, para conseguir que el balón toque el suelo. El equipo atacante, antes de lanzar el balón dice la palabra clave “omnikin” y seguidamente nombra el color de uno de los otros dos equipos, el cuál deberá interceptar el balón. El objetivo del equipo en recepción es evitar que el balón toque el suelo y, una vez conseguido, organizar rápidamente su saque. El balón puede ser recibido y conducido con cualquier parte del cuerpo, y se puede desplazar por el equipo atacante dentro de los límites de la pista antes de realizar un nuevo saque.

 

El sistema de puntuación asegura que todos los equipos puntúen, ya que si un equipo comete falta, los otros dos equipos suman 1 punto cada uno. Esta paridad en el marcador posibilita que todos los equipos estén implicados en el partido hasta el último minuto.

 

El partido se divide por periodos, en los cuales el equipo que primero obtenga 13 puntos gana dicho periodo. El partido lo ganará el equipo que antes consiga ganar tres periodos.

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KIN-BALL - ¿Cómo se juega?

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